domingo, 26 de noviembre de 2017

Proyectos de Introducción a la Investigación y la Comunicación en Ciencias.

Mag. Prof. Daisy Imbert Romero.


LA COMUNICACIÓN EN CIENCIAS

El trabajo con Proyectos de Introducción a la Investigación, no puede limitarse a la implementación y conocimiento del mismo, únicamente dentro del aula.
La comunicación de la investigación realizada, desde la Didáctica de las Ciencias, constituye una de las dimensiones fundamentales de la competencia científica que el docente debe promover. El conocimiento científico como construcción social, dentro de un determinado contexto,  ha sido posible porque cada científico ha comunicado sus investigaciones y basados en las mismas, se ha corroborado o se ha logrado refutar las diversas teorías, y de esta forma se ha avanzado en la construcción de dicho conocimiento.
La comunicación implica el desarrollo de la competencia lingüística y en la actualidad se entrelaza con otra competencia básica como lo es la competencia digital.

El abordaje de ambos tipos de competencias es una responsabilidad de todos los educadores,  incluidos los docentes de Ciencias Naturales.

La comunicación desde la Didáctica de las Ciencias implica que los estudiantes aprendan a redactar y elaborar un informe científico, un póster, un recurso digital o aprendan a desarrollar una defensa oral del trabajo realizado.
1. Comunicación escrita

Leer y escribir en ciencias es actualmente una de las dificultades mayores a la que se enfrentan estudiantes y educadores. En la última década en la educación, se ha puesto escaso énfasis en el desarrollo de la escritura. Esto se visualiza cuando se revisan las pruebas escritas que hacen los estudiantes, en las cuales se constata que deben completar esquemas colocando nombres o completar frases agregando palabras, o rellenar cuadros utilizando ciertos conceptos, utilizar conectores para unir frases, entre otros.

En algunos casos se solicita la producción de texto en las propuestas escritas, lo que no se conjuga con lo que sucede en el aula, ya que exiguas veces se le indica elaborar texto, generalmente se les pide que copien del pizarrón  y en algunas ocasiones se les dicta.

Cuando los docentes solicitan que los estudiantes busquen información, generalmente éstos copian y pegan de páginas de internet sin siquiera haber leído dicha información.
Aunado a estas prácticas de los estudiantes, que no les permiten aprender a interpretar lo que leen y elaborar nuevo texto,  otra dificultad es la vinculada a la lectura de un texto científico.
Es característico de este tipo de texto, que no se use la primera persona, se aproxima a lo impersonal, lo que importa es la investigación en sí, presenta grupos sintácticos muy largos y con mucha información, tampoco busca promover el interés, se acerca el que tiene afinidad con dicho tema, por ello un informe científico comienza haciendo referencia a la importancia del tema (Imbert, 2010)
Son estas características las que le presentan  mayores dificultades al estudiante; especialmente al momento de comprender lo que está leyendo, o cuando tiene como desafío la redacción de un informe científico.
Sutton (1996) indica que en las fases iniciales de la formulación de las teorías, los científicos Boyle y Harvey, esgrimían un lenguaje personal y subjetivo, muy diferente a la objetividad y precisión de los documentos científicos. De acuerdo a ello él expresa que desde la Didáctica de la Ciencias para enseñar y aprender ciencias el lenguaje debe ser subjetivo, personalizado e interpretativo (Cassany, 1999)
Cassany (1999) reconoce dos aplicaciones principales en el uso del lenguaje por  parte de los científicos: 1. Utilizan el lenguaje como sistema interpretativo y elaboran enunciados con un yo explícito cuando formulan hipótesis, teorías u objetivos de la investigación. 2. Manejan el lenguaje como “sistema de etiquetaje” y presentan el conocimiento de forma precisa y objetiva cuando se socializa la investigación y discuten, refutan o aceptan junto a otros investigadores el conocimiento.

En relación a estos dos usos del lenguaje en Ciencias, Bruner (1991) indica que las primeras experiencias se organizan como narraciones y afirma que sin ellas no se podrían enfrentar los conflictos y contradicciones que produce la vida en sociedad y agrega “nuestra capacidad para contar nuestras experiencias en forma de narración no es sólo un juego de niños, sino también un instrumento para proporcionar significado que domina gran parte de la vida en una cultura.” (Bruner, 1991, p. 99)

Al comparar una narración con un texto científico se observa que existen diferencias muy trascendentes a la hora de comprender el significado que los mismos expresan. 
Generalmente una narración presenta el verbo conjugado en primera persona, ya sea que  refiera al personaje involucrado o al narrador, el texto trata de interesar al lector,  y crea expectativa, características muy diferentes a las ya descritas en un texto científico (Imbert, 2010).
Cuando se trabaja con la historia de las ciencias, desde el modelo didáctico transmisivo, la estrategia consiste en volver a contar la resolución de los problemas, y se utiliza la narración, por lo que resulta más fácil de entender para el estudiante.

Pero ésta no debe sustituir la educación en ciencias, en la que se debería tener en cuenta los procesos de creación de la ciencia y utilizar la estrategia de historia de las ciencias dentro del modelo de aprendizaje por investigación. Implica proponer problemas abiertos a los estudiantes para poner en acción procesos que involucran las habilidades y capacidades necesarias para la resolución de los mismos.

Este tipo de problemas heurísticos son los que se plantean en los Proyectos de Introducción a la Investigación, que son promovidos  y presentados a través de este libro.

1.1.    Actividades para desarrollar la escritura

La preparación del futuro ciudadano  para una cultura científica, implica que el docente utilice estrategias que permitan al estudiante leer, comprender y escribir en ciencias. Para ello es necesario brindar a los educandos las herramientas necesarias para su desempeño futuro, dotarlos de autonomía en su aprendizaje, permitirles la autorregulación y por lo tanto la metacognición, en resumen, es enseñarles a actuar de un modo científico (Monereo, 1998).

Según Cassany (1999) algunas propuestas prácticas para escribir y aprender a través del currículum son los diarios de clase y de materia, actividades de escritura libre y los Proyectos de investigación.

Las actividades que deberán realizar los estudiantes incluyen la escritura de su problema y pregunta de investigación, las hipótesis, producir un marco teórico, describir materiales y metodología, los datos obtenidos, resultados, discusión y conclusión. En el trabajo con Proyectos de investigación, el acto de escribir es la acción predominante e imprescindible para poder desarrollarlos.

En cada uno de los capítulos de un proyecto de introducción a la investigación además del componente lingüístico se encuentra el técnico. Por ejemplo una pregunta de investigación puede estar bien redactada pero no cumplir con los requisitos técnicos para etiquetarse como pregunta investigable. El estudiante debe desarrollar las habilidades en ambos tipos de contenidos que debe aprender. Escribir los resultados de la investigación implica manejar textos continuos y discontinuos ya que los resultados se deben redactar y además expresar a través de tabla de datos y gráficos.

Un marco teórico requiere que el docente inicie el abordaje con textos que posibiliten diferenciar paráfrasis y citas además de conocer la forma de referenciar los autores en cada caso. Exige destinar tiempo en el aula para enseñar a parafrasear. A esto se suma el aspecto técnico en el vocabulario científico y en la nomenclatura, ya que los estudiantes deben aprender a escribir los nombres científicos, entre otros. 

1.2. Dificultades y propuestas

El acto de escribir, probablemente es la habilidad lingüística más dificultosa, porque requiere el uso instrumental del resto de las aptitudes durante el proceso de producción (Cassany, 1999)
La escritura tiene diversas funciones, estas pueden ser manipulativas, registrativas, epistémica y comunicativa, entre otras (Cassany, 1999)

En los Proyectos de investigación, cuando el estudiante redacta los objetivos, el método de trabajo y las hipótesis, la escritura actúa como instrumento regulador, ejerciendo funciones manipulativas. Al realizar anotaciones de las observaciones, tiene funciones registrativas; mientras que al analizar resultados y elaborar interpretaciones la función de la escritura es epistémica. Finalmente es comunicativa cuando se transmite la experiencia realizada.

“Proponer una escritura epistémica, no una mera escritura reproductiva, es un gran desafío para el proceso de escritura de los PIID, que guarda coherencia con la postura epistemológica y metodológica asumida” (Cabrera, Imbert, Rebollo, 2017, p.65)

El mayor obstáculo en la escritura del trabajo con Proyectos se encuentra en la redacción del marco teórico. Requiere de parte del docente la planificación de actividades que comienzan desde propuestas sencillas y accesibles que aproximen al estudiante a la lectura de un marco teórico, hasta llegar a la producción del mismo.

La sucesión de actividades puede ser la siguiente:
1.    Entregar marcos teóricos en los que el docente subraya de diferente color las citas y paráfrasis y analizar a partir de allí las características de cada una de ellas, además de trabajar los contenidos conceptuales.
2.    Proporcionar marcos teóricos para que los estudiantes subrayen las citas y paráfrasis.
3.    Proveer marcos teóricos para que los estudiantes agreguen una cita y una paráfrasis.
4.    Elaborar un marco teórico con dos autores.
5.    Agregar autores al marco teórico que se inició con dos autores (Imbert, 2017)

Lograr por parte de los estudiantes la producción de un marco teórico es un gran desafío que lleva un largo proceso. No es una meta imposible, pero la reelaboración de ese conocimiento científico es fundamental  para la divulgación.
La divulgación de la ciencia no es popularización, ni vulgarización, ni traducción, es reelaborar el conocimiento científico para cada audiencia y contexto (Cassany, 2006)

2. Comunicación oral

Este tipo de comunicación genera tantas o más dificultades que la comunicación escrita. Implica un proceso que el docente debe promover durante todo el año.  Cuando a un estudiante se le solicita que exponga oralmente su trabajo y no está preparado para hacerlo, resuelve la situación leyendo o repitiendo de memoria lo estudiado.

Los Proyectos favorecen la expresión oral, durante la implementación de cada uno de los capítulos de la investigación, cuando el docente propone que se realice puesta en común en las diferentes instancias, ya sea para que los estudiantes relaten a sus compañeros la pregunta investigable, los objetivos, los resultados, entre otros.

La recurrencia y espiralización que se realice en la comunicación oral del Proyecto en el transcurso del año, favorece una comunicación oral exitosa en la presentación final del proyecto.
Cuando se aborda esta competencia lingüística es necesario que el docente promueva la elaboración de apoyos como puede ser un póster, un prezi u otro recurso tecnológico y que oriente en el uso del mismo.

La presentación de los Proyectos en diferentes instancias, como presentar primero a sus compañeros de grupo, a otros grupos, a escuelas, a la comunidad educativa en una Muestra Liceal, en una Muestra Departamental y luego la Nacional, constituyen diversas oportunidades para el estudiante de enfrentar el desafío de exponer y en el proceso  mejorar su expresión oral.

3. La evaluación

Propender a una evaluación “para el aprendizaje”, favorece la mejora en la comunicación escrita y oral.

El uso de instrumentos como la rúbrica o las escalas o rangos, en los que se explicitan las categorías a evaluar y en el caso de las rúbricas también se dan a conocer las expectativas dentro de cada nivel de desempeño a través de la redacción de los descriptores, posibilitan la autoevaluación, coevaluación y evaluación mutua.

La importancia de este tipo de evaluaciones se encuentra en que se propicia la metacognición y la autorregulación de los estudiantes en el aprendizaje; lo cual conlleva a mejorar la comunicación tanto escrita como oral y a la adquisición de la autonomía en el proceso.


Referencias Bibliográficas

Bruner, J. (1991) Actos de significado. Madrid. Ed. Alianza.
Cabrera, C., Imbert, D., Rebollo, C. (2017) Acción y Reflexión: la investigación como potenciadora de aprendizajes. Uruguay: Gráfica natural. 
Cassany, D. (1999) Construir la escritura. Barcelona: Ed. Paidós.
Cassany, D. (2006) Tras las líneas. Sobre la lectura contemporánea. Barcelona.  Ed. Anagrama.
Imbert, D. (2010). “Estrategias facilitadoras de aprendizajes de calidad” En E. Fiore. Didáctica de la Biología. Montevideo. Ed Monteverde.
Monereo, C. (1998) Estrategias de enseñanza y aprendizaje. Madrid. Ed. Graó

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